miércoles, 16 de septiembre de 2009

Las extraño largamente

Hay ocasiones en que las horas se pasan volando. Todo va rápido, tan rápido que en un pestañeo pasa del día a la noche, de lunes a viernes, es un segundo, pero todo pasa rápido. Y por qué carajo no pasa eso conmigo. En este momento mis días duran meses, una hora es un día y estoy cansado de esperar el pasar de los días, los más lentos de mi vida. Esta semana ha sido una eternidad, por Dios y por la plata que sí. Extraño mucho a mi hija, mi linda María Fernanda. Extraño mucho a mi Anjhelita.
Carajo no sé qué hacer para que el tiempo corra y estén pronto conmigo. Este mes será una década, si no es más. Si esto sigue así moriré pronto. No me basta escucharlas por el teléfono y ver sus fotos me alegra un instante que sí pasa rápido, maldita sea el tiempo que en ese momento si vuela. Te odio tiempo cuando eres así. El llanto dura más y la risa, bueno, ya no he vuelto a reír los últimos días.
Para que el tiempo de mierda pase rápido, duermo. Y me gusta dormir, porque en sueños me encuentro con ellas.



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